La vacuna antigripal es inactivada y no produce la enfermedad. Al vacunarnos en época de circulación del virus de la gripe y de otros virus respiratorios pueden darse las siguientes situaciones:
1. Tener síntomas similares al de una gripe pero causados por otro virus (no influenza).
2. Estar incubando la enfermedad al momento de vacunarnos o antes de los 10-14 días, tiempo que tarda el organismo en generar las defensas.
3. Aunque estemos vacunados, como la vacuna no previene el 100% de los casos, podemos enfermarnos, pero de forma leve.
El objetivo de la vacunación antigripal es prevenir las complicaciones, hospitalizaciones y muertes a causa de la enfermedad.